No pido a nadie que me entienda, solo que me respete.

"Hola soy una arrastrada y una idiota. Adiós."

Esa fue la frase que puse hace unos días en FB. No lo hice para llamar la atención, tampoco para que la gente me preguntara por ello. Como todo lo que pongo, no lo hago para dar pena, simplemente es mi modo de desahogarme. Tal vez, porque en el fondo, no tengo a nadie con quien poder hacerlo.Y porque asi me siento mejor conmigo misma. Lo puse simplemente porque me salió. Porque en aquel momento, después de repetirme a mi misma día tras día: "Voy a dejar de hablarle", "Me da igual lo que opinen", "No merece que esté así por él, decidido, sudaré de él." Y muchas otras frases. Después de eso, siempre acabo por no cumplir nada. Y ahí viene cuando falto a mi fuerza de voluntad, algo que siempre he creído que tenía. Pero ya ves, no la tengo.
Si, aun me sigo arrastrando tras él. Sigo siendo la idiota, que se pasa 25 horas pensando en él, y 4 horas más escribiendo para desahogarme sobre él. Soy la que, sabiendo que el sufre por otra, sigue sufriendo el doble por él.
Si, aun me sigo arrastrando tras un segundo él. Aún sigo poniéndole malas caras cada día que le veo. Pero, si, le echo de menos. Echo de menos, cuando estaba mal y él era de los únicos en levantarme el ánimo. Con sus palabras de : Tu vales mucho... Aun sigo pasándome por mis notas de FB y leyendo todo lo que le decía, porque si, lo sentía. Y me he dado cuenta de que comencé a venirme abajo, justo cuando él me dejo de hablar. Era mi mejor amigo, para mi un hermano. Y si, me duele en el alma. ¿Veis? Estoy arrastrándome otra vez.

Ese es mi problema, me arrastro por la gente que no lo merece. En cambio, la gente que está siempre ahí, soy yo la que los deja de lado. Y tal vez, es por eso por lo que cuando llevo mucho tiempo con una persona, me canso de ella y le dejo de hablar. Porque no estoy acostumbrada. Estoy acostumbrada, a que la gente se canse de mi, o se enfade conmigo. Es lo normal.

Así que si, soy una arrastrada. Pero, ¿porque tengo que arrepentirme? Al fin y al cabo, son las decisiones que yo he ido tomando. Es mi vida. Y en la vida, hay cosas buenas, y hay cosas malas. Pero, nunca te tienes que arrepentir. Y al final, todo lo malo llega, y todo tiene un final.

Y por no comprender todo esto, es por lo que soy infeliz la gran parte del tiempo. Y es que, cada día cuando te levantas te toca tomar la decisión de si estar enfadada con el mundo, o decidir que cada día es nuevo, y nada de lo pasado tiene que afectarte.

No pido a nadie que me entienda, tampoco he escrito esto para que lo lean. Tampoco quiero que nadie crea, que estoy como el culo. Aunque en el fondo lo esté. A veces las personas pueden estar solas, en medio de una multitud. No pido a nadie que me entienda, solo que me respete.